No existe un momento concreto del comienzo de esta historia. No hay principio ni un final. Podría decir que simplemente me resulto difícil dar nombre a aquello que me ocurría. Aquello que hoy día voy aceptando, o sobrellevando.
Anteriormente la típica situación de la adolescencia, unas amigas escriben un nombre de chico junto al suyo en el medio de un corazón. Insegura de mi, un día, me armo de inocencia y hago lo mismo, mi intención en aquel momento no es mas que ser una mas. Sin saber en lo mas profundo de mi que aquello era el comienzo del estribillo de mi vida.
Querida Petunia:
ResponderEliminarEncontré tu blog mediante la página de Rouge y debo decir que me siento identificada contigo...la verdad hace tiempo había querido comenzar con un blog para desahogarme porque entre mis amistades no podría hablar sobre mis verdaderos sentimientos...también como tú estoy en los 20 y tantos (3 para ser exacta) y lo mío comenzó mucho antes que tú...en fin...creo que cuando vienes de una familia ultra tradicional como la mía, hay cosas que simplemente no se hablan ni preguntan, es decir, todos saben lo que siento pero se hacen los lesos.
No sé de dónde eres, yo al menos de Chile y te envío toda la fuerza que nos hace falta para dejar de escondernos.
Atte, Krito.
Muchas gracias Krito,
ResponderEliminarComo veras el blog esta empezando, te agradezco mucho tus palabras. Espero que sigas pasandote por aqui :P y podamos seguir compartiendo experiencias.
Un saludo desde España